sábado, 28 de agosto de 2010

Untitled

Perdóname, perdóname por hacer que todo mi sufrimiento llegue a ti, indirectamente. Perdóname, también por ser tan egoísta y no haber pensado en ti cuando cometí actos casi tan impuros como comer un par de panqueques llenos de grasa. Perdóname por toda la alegría e inocencia que te robe en un par de meses que fueron matándome lenta y sigilosamente. No tienes idea de cómo me arrepiento... No tengo palabras. Sé que ahora no puedo hacer, también sé que no puedo retroceder el tiempo y evitar que todo esto sea, simplemente, parte de mi imaginación.



¿Recuerdas? ¿Recuerdas cuando teníamos cinco, cuando jugábamos con muñecas y teníamos discusiones por un pedazo de chocolate? Cómo ha pasado el tiempo… Y como me arrepiento no haber sabido aprovechar cada segundo junto a ti.


Hoy, me doy cuenta que nunca fui la mejor como solías hacerme creer, me di cuenta que te falle y también te falte en muchas ocasiones. Mientras tú estabas ahí para mí. Preguntándome qué pasaba o si alguien se había atrevido a hacerme algo.


Gracias por aquellos momentos que con el pasar de los años aún perduran, gracias por hacerme literalmente feliz. Te quiero, te quiero como no tienes idea. Quizás nunca te lo dije, quizás no soy tan expresiva como solía serlo de niña, quizás el tiempo se encargo de matar a esa niña que tenía un concepto erróneo de la vida. Perdóname por eso también, por haber dejado que el tiempo mate las esperanzas e ilusiones que albergaban en mí.


Perdóname por no ser la hermana que mereces.

miércoles, 18 de agosto de 2010

No mata.

El desamor no mata pero si te envenena el alma algo así como la venganza ¿No? Es complicado seguir cuando piensas que perdiste ese pedazo importante que te mantenía en pie, ese algo que te impulsaba a seguir firme en cada paso que dabas. ¿Te niegas a seguir adelante? ¿Por qué? ¿Acaso él o ella te dio todo el amor, tiempo, cariño, sonrisas, esfuerzo y lágrimas, que tú estuviste dispuesto o dispuesta a seguir dando? Si bien es cierto, nadie te forzó a hacerlo. Pero, a veces, es así. Es así cuando te enamoras ¿Verdad?

¿Y qué pasa cuándo te ilusionas? Muchas veces, me pregunto qué puede ser peor vivir enamorado o enamorada de alguien que en algún momento te correspondió o vivir ilusionado o ilusionada una mentirita rápida que termina en cuestión de semanas. Creo que el tiempo se encargará de responderme y darme pautas para dejar de vivir mentiritas rápidas que a larga sólo matan lo poco que queda de mí.

jueves, 12 de agosto de 2010

Difícil ¿No?

Que tan difícil puede ser saber qué demonios hacer con tu vida a los 17 años de edad? Tomar desiciones es complicado. Pero, es más complicado lograr que el resto las acepte. Mírame, ahora, llorando como una niña sólo por no haber logrado lo que quize, por ser un completo fracaso a mis cortos diecisiete años de edad y si bien dicen que tengo toda una vida por delante qué puedo esperar? Si empiezo a desesperarme talvez porque el tiempo que tengo se termina, porque cada hora es un minuto que no perdona cada error cometido , que trae consecuencias más dolorosas de las que espero. Consecuencias que se encargan de agotar ese pedazo de tiempo que aún me queda. Muchas veces, he pensado en dejar todo atrás y hacer mi vida un poquito más fácil. Sin promeblas, dudas, llantos; todo eso que me atormenta y no me deja vivir en paz. 
La pregunta es si quiero dejar todo eso; empezar denuevo es casi tan díficil como tomar desiciones o no? Cuántas veces has querido hacerlo? Yo muchas y sabes qué? Nunca he podido hacerlo. Quizas sí, pero ... es duro olvidar y hacer como si nada hubiera pasado. En fín, no te fastidiare más con este intento de "reflexión", olvídalo.